José Luis Molina Torres (Poeta de San Diego Cesar)

Tomado del libro: Materialización de lo Inasible

I.
La ciudad está mueca y sin ojos
Con la piel aflatada de desdichas
No puede presentir la primavera
Que brota en medio de sus grietas
La niña del semáforo
Tiene la cara lavada en años
Con sus pelos cargados de parásitos
Con sus pezones germinando en la intemperie
Con sus dulces de infancia derretida
Con sus ojos oscuros del llanto
Toda ella es fantasma
Traslúcida de muñecos rotos
Trasparencias embadurnadas de miedo
Lo real es ahora verde
Cambia amarillo Luego rojo

Los carteles luminosos
Las vitrinas de la sinrazón
Los cristales del mercado nos reflejan
Identificación con la nada
Compro vendo
luego existencia de mierda
Nadie vio la niña caminar bajo la lluvia
Los transeúntes esparcidos por el diluvio:
Se van dando saltos di La ciudad se refleja en sus charcas


V

La salamandra
Adherida al techo de mí desasosiego
Se alimenta de los bichos que captura
en mi alma
Tiene lengua pegajosa
Ojos inmensos como boliches negros
Piel clara y terrosa
Puedo leer en su cuerpo
La desazón de los días inacabados
Y temo la posibilidad remota
Que caiga sobre mi rostro

Animal arcaico
Lo dejo merodear sin molestarlo
Ayer lo hubiese azotado con la escoba
Hoy pendo del techo de mi cuarto
Observando a ese raro animal
Piensa en mí
Yo en él.


VI
.
Estoy sólo
En la mesa de un local solitario
Sobre el mostrador una Coca-Cola
a medio tomar
la música destila hiel
Transpiro el fastidio cotidiano
luchando por encontrar la descripción perfecta
De esta tarde macilenta mortecina

Entonces
Una mosca trata de aterrizar
Sobre el pico de la botella
Abotellaje perfecto

Pienso

Es sólo la miel
El insecto
La multinacional
Y nada más.

VII

Hay una flor amarilla que se marchita en tus manos
Despiertas y tu rostro se desgasta frente al espejo
Te miras en los ojos del perro
¿Cómo amaneció usted?
Desayunar
Correr
Pensar
Dormir
Dormir
Dormir
El reloj va gastando las horas
En el trabajo el cine el banco en la esquina

El reloj sigue su marcha
¿Qué hacer? Beber fumar coger cagar coger
Una flor amarilla se marchita irremediablemente
En nuestras manos.



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