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Mostrando entradas de agosto, 2010

Alvaro Maestre (Poeta de Villanueva Guajira Col)

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Monólogo Heme aquí Señor, Sorprendido por tu infinita paciencia; Encandilado por las luminarias de Tu grey Postrado de rodillas en las bancas de caoba De tu culto, pidiéndote cordura Impávido por las llamadas a la tolerancia De tus fieles Absorto por las permanentes Pasadas por la faja de tus mandatos ¡Y tu ahí Señor! ¡Pellízcate Señor! Alíviame la carga, Señor Yo merezco una múcura de dolor más pesada Y más grande. (Luis E. Mizar M.) Alíviame la carga Señor: Déjame mis tristezas y mi llanto Que son mis compañeros cotidianos. Déjame mis dolores y pesares Que van unidos a mí como la sangre. Déjame mis derrotas arraigadas Que me enseñan a luchar. Déjame los abrojos de mi senda Para guiarme con pasos cuidadosos. Déjame las migajas, si tú quieres ¡Pero aleja de mí esta soledad! Sobrevaloración Del mundo quiero la nada... Ya es bastante para mí; Del tiempo... ¡cuatro instantes vespertinos! De ti, Lenis, tu dedo en descenso (Para soñar de nuevo) Del cielo, el relámpago aquel, de mi ven

El decalogo del buen lector

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Tomado de: http://www.madrimasd.org/blogs/futurosdellibro/2007/12/03/80189 Un buen lector, según el decálogo preparado por Antonio Muñoz Molina, es: 1. el que empieza a serlo antes de comenzar a leer, con las historias que le cuenta papá o mamá, las que le despiertan la imaginación y la curiosidad por querer saber. Por eso, el buen lector es aquél al que le cuentan historias desde pequeño; 2. el buen lector empieza a leer muy pronto, por eso en las escuelas no tienen que coartarle a un niño la necesidad de aprender a leer cuando él mismo lo decida y no cuando lo marquen los programas de estudio: “Si el niño tarda mucho en aprender a leer, pierde mucho tiempo”. 3. el buen lector no sólo ama los libros, también disfruta de la música, el cine y hasta la televisión: “La televisión no es enemiga [...] ni el cine, ni el videojuego son enemigos de la lectura, lo que es enemigo de la lectura es la ignorancia”, consideró: 4. “El buen lector no sólo ama la literatura y la literatura d

Hector Abad Facio Lince (La memoria)

Borges (El espejo)

Borges (Poema de los dones)

Enrique Fierro (Poeta Uruguayo)

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Quiero ver una vaca Quiero ver una vaca Quiero ver una vaca colorada Quiero ver una vaca colorada A las tres de la tarde Quiero ver una vaca colorada A las tres de la tarde De un día de febrero Quiero ver una vaca colorada A las tres de la tarde De un día de febrero En un campo verde Quiero ver una vaca colorada A las tres de la tarde De un día de febrero En un campo verde O amarillo II Viene y va La vaca colorada Por la orilla del río Enamorada Nada vio La vaca colorada Que viene y va Por la orilla del río Colorado Vaca será Más vaca enamorada La vaca que viene y va Y nadie vio Por la orilla del río Colorado Entre una idea Y una vaca colorada Me quedo con la vaca colorada

Ida Vitale (Poeta Uruguaya)

Edo Ivo (Poeta brasilero)

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El ratón de la sacristía Un ratón moraba en una sacristía. Era un mal católico y todo lo roía. Sólo respetaba la Santa Eucaristía. En un lugar sagrado justo se escondía. Ni el mismo arzobispo verlo conseguía. De día dormía y a la noche roía. Como el propio Dios él era invisible. A nadie en el mundo él se aparecía. Padre y sacristán siempre lo maldecían. Ninguna ratonera ni la misma doctrina lograba agarrarlo. Huía a los venenos como si tuviese protección divina. Mal caía la noche salía de la madriguera y todo lo roía. Ni siquiera evitaba el pechito santo de la Virgen María. Huía a los peligros como como el Diablo a la Cruz. Qué hambre era la suya ! Ni siquiera evitaba el dedito del Niño Jesús. En una madrugada cuando él roía rico ornamento Dios se le apareció. Y a la muda censura él le respondió: "Nosotros, los roedores, vuestro santo nombre invocamos siempre. Dios sea alabado que creó la tierra, los ratones y los hombres.

EL PORTÓN

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Por: Edo Ivo (Brasil) El portón se abre el día entero pero en la noche yo mismo lo cierro. No espero ningún visitante nocturno a no ser el ladrón que salta el muro de los sueños. La noche es tan silenciosa que me hace escuchar el nacimiento de los manantiales en los bosques. Mi cama blanca como la vía láctea es breve para mí en la noche negra.  Ocupo todo el espacio del mundo. Mi mano desatenta derriba una estrella y ahuyenta un murciélago. El latir de mi corazón intriga a las lechuzas que, en las ramas de los cedros, rumian el enigma del día y de la noche paridos por las aguas. En mi sueño de piedra quedo inmóvil y viajo. Soy el viento que palpa las alcachofas y enmohece los arreos colgados en el establo. Soy la hormiga que, guiada por las estaciones, respira los perfumes de la tierra y el océano. Un hombre que sueña es todo lo que no es: el mar que deterioran los navíos, el silbo negro del tren entre hogueras, la mancha que oscurece el tambor de queroseno. Si

Ser polvo enamorado

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Por: Pablo Armando Fernández (Cubano) Tomado del libro: Ser polvo enamorado SONETO Si del amor la música es sustento y quien canta es de dioses elegido, sabe el cantor, que no responde a olvido lo que es para los dioses juramento. Pulsa cantor tu enamorado acento, que en contiendas de amor, nada es perdido puede ser desafiado y combatido, mas nunca se impondrá mudar de intento. Si del amor la música es esencia que a dioses y mortales enamora, aquieta con tu canto la dolencia de quien sólo consuela cuanto añora. Y al exigir de amor que olvide ausencia, sea la misma voz con la que implora. DEL MAR, LA FLOR Y EL SUEÑO                                                 Para Laura No es verdad que sólo seas un nombre. Eres el canto de la espera, la mañana anunciada; un trino, un gorjeo, un aletear. Y el aire agradecido hacía el despertar y aparecías. Eso eras antes de llegar y encontrarte: toda luz y armonía. De pronto; Laura, canción o encanto para nosot

LOS VISITANTES QUE SE QUEDABAN PEGADOS AL ASIENTO

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Por: Bartolomé Monterrosa De Astrea Cesar Colombia A cierta edad, uno ya está alejado de sí mismo. En una misma historia puede deambular por tiempos diferentes. A veces llama al interlocutor con el nombre de alguien que ha fallecido hace mucho tiempo. Cuando se es anciano, tal vez para tener la posibilidad de ser escuchado, se emprende la boga por los recuerdos borrosos, a la vez que cuenta historias a uno que otro interesado. En ocasiones, en uno de esos ires y venires, estaciona el vehículo de la memoria en algunos puertos del pasado en donde se ilumina la mente y la mirada opaca vuelve a brillar. Entonces fluyen con rigurosa precisión las más fascinantes historias. Sólo hasta ayer por la tarde mi abuelo me reveló el misterio de las terribles mujeres que dejaban a los incautos pretendientes de sus hijas pegados al asiento. Cuenta que después de unos pocos días de haber llegado al caserío, decidió visitar a Narcisa López, una señora que además de saber insondables secretos de la