Jorge García Usta
Foto tomada de http://www.eluniversal.com. |
LAS COSAS EN
EL OJO DEL GAITERO
Mírale el
ojo al gaitero
mientras
sopla la música.
Míralo a
fondo.
Oyes el agua
invicta,
los
preparativos de la muerte.
La mujer es
mujer
entre todas
las flautas.
El abeto
ayuda
al cantor
a bien
morir.
Vuelve
y mira el
ojo del gaitero.
Mira cómo
grita el hombre
en todas las
pieles del río,
cómo tiembla
el día
con sus
hamacas extremas.
Mira el ojo
del gaitero
y quiere tu
sombra.
Has visto al
dios posible y es tuyo.
ORTOGRAFÍA
DE HOJAS.
Hace meses
que las hojas
copian sin
margen
las huellas
que en
letras urgentes
deja en tu
cuerpo mi mano.
(Así, sin
embargo,
sólo
aprenderá a leer el bosque)
Del silencio
Cuando ella
puso la mano de él
en su sexo
intacto
y él usó su
mano como quien roza
un fuego
nunca prometido
Cuando ella
lamió su ombligo
con aquella
sed súbita y antigua
y él vio
brillar sus nalgas
como una
zanja de pedernal en la noche de la selva
ambos
supieron que sus abuelos tenían razón.
La mayor pobreza
está en las palabras
Crónica del beso y del besar
En el principio fue el beso.
El beso fue inventado un día de dioses arrechos,
a partir de la sombra sonora
y la precisión del sol
para originar escándalos.
En el principio fue el auge de la nariz
y el dedo purgatorial
revisando labios recientes
y luego el beso ocupó la noche
con sus patentes de lluvia desamarrada.
Crónicas de piedra viva
cuentan que el baile
no fue más que un simulacro de besadores
en época de prohibición
y que allí el beso alcanzó
la dignidad del agua bien usada.
El nuevo arte hizo de los perfiles,
un paisaje del éxtasis.
Y allí, todo hombre suda y se purifica
y la muerte se aleja, esperando.
Más que escribir una historia,
hacer la crónica del beso,
es documentar un fulgor.
Por eso,
besos galantes con límites
en frote y tiempo
no sirven a quienes saben
que mañana
la guerra romperá la casa,
el comisario reemplazará los atavíos del queso
y morirán muchos funcionarios de buen amor.
Por eso - lo manda la crónica original
hay que besar con las normas del caballo:
con la peligrosa mansedumbre del loco,
las manos trabajando en la distancia
y el temblor enlunado de siempre.
Jorge García
Usta. Ciénaga de Oro , Córdoba en 1960 - 2005, estudió Filosofía y letras
en la Universidad Santo Tomás (Colombia) y Derecho en la Universidad de
Cartagena. Publico libros:”Noticias desde otra orilla”, “Libro de las
Crónicas”, “Monteadentro”,”El reino errante”:poemas de la migración y el mundo
árabes (1991), “La Tribu interior”•(Todos poesía); el libro reportajes” Diez
juglares en su patio” en coautoría con Alberto Salcedo, y el ensayo “García
Márquez”, “El Periódico de Cartagena: Desmitificación de una génesis literaria
y periodística”Es autor de la investigación Cómo aprendió a escribir García
Márquez (1995).
Gano los premios de periodismo, Antonio J. Olier,
Premio Nacional León de Greiff (1984). y Cartagena de Indias, y fue nominado
dos veces al premio de periodismo C.P.B. Fue asistente cultural de División de
integración de La Universidad de Cartagena, editor de la revista “Historia” y
Cultura” de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Cartagena,
dirigió la revista dominical “Solar” de El Periódico de Cartagena. La calidad
de su poesía es reconocida a escala nacional y es quizá, el poeta Jovén más
importante que tuvo el Departamento de Córdoba. Sus trabajos académicos, de
investigación y divulgación le han conferido una seriedad que es valorada en
los círculos intelectuales de Córdoba y el extranjero.
Comentarios