Frak Torres Vergel


Cuarenta grados
Sudan los muros, las hojas de los árboles,
el aire pulverulento, la ropa del enfermo,
la piel roñosa de las bestias estivales.

Transpira el virus picante y pertinaz,
la chatarra abandonada en solares desérticos,
la cruz latina de Jesús.

Suda la patraña de ayer,
la ambición desmedida,
la luz que se refleja en el espejo,
la carne de la anguila,
la fiebre sañuda,
los cúmulos níveos a mediodía.

Transpira el paciente ladrillo en paredes de sueño,
las rayas cafés del vicioso comején,
el Tiempo, que hinca sus colmillos
en las gargantas de los hombres.

Carácter implícito
No a todos nos enriquece la Fortuna
No a todos nos da el silencio el Silencio
No a todos nos concede un deseo la Esperanza
No a todos nos sonríe la Alegría
No a todos nos da vida la Vida
No a todos nos defiende la Justicia
No a todos nos prolonga el tiempo la Muerte
No a todos nos hace nobles la Verdad
No a todos nos suspende el Honor
No a todos nos sobrevive el Dolor
No a todos nos abandona la Soledad
No a todos nos escolta el Abandono
No a todos nos adula el Decoro
No a todos nos delira la Locura
No a todos nos castiga tanto la Conciencia
No a todos nos ahoga, casi desahucia, la Tristeza
No a todos nos heroifica la Paciencia
No a todos nos acobarda el Miedo
No a todos nos inspira la suave sensación de los Sueños.

Para cadáveres no estoy en casa
Viajante transitorio de lo cierto al incierto
ante este sueño de vida,
se agota la bruna torcida del tiempo
sostenida en su frágil cuerpo esteárico
adicto a su fantasía de luz.

Tus pasos al borde del trecho
con césped y piedrecillas,
solitarios, vagabundos,
de sino patronímico,
transitan a través del aire otoñal
de la noche a punto de entrar
en el silencio doloroso, desengañado.

Subirás al vagón de fantasmas contemporáneos
bajo custodia secreta,
a la sombra de prójimos intangibles, 
entre tantos miedos movidos
y viejos pronósticos de enigmas en insomnio.

Mañana me dirás
si mentía sobre ese último exilio,
si mi pena es sólo un paisaje oculto en el horizonte,
si es dulce o salado ese mar de la muerte.

Mañana me dirás
si allá se hace huérfana la memoria,
si oficialmente es largo el tiempo,
si el luto del muerto persiste,
si todos aquí somos metáfora de duelos y quebrantos
o alegoría de vivaces desvalidos.

Me contarás
si espantan los espantos,
si es cierto que allí se cura la amnesia de los sonámbulos,
si existe la mala hora,
si se quejan las almas, si se retuercen
y el fragor de sus gritos devasta los oídos.

Mañana, mañana me dirás
si fui sauce o pájaro en el esplendor de otra época,
si hay tinieblas que acarician el delirio,
si ha sido temeroso el baúl corazón,
si los muertos se aman
o si taciturnos alucinamos aquellos ojos milagrosos
y labios de otro mundo.

Pero si sabiéndola pierdo el aliento
no hay prisa para mirar afuera
el imperio de misterios y tormentos.

Mejor me fío
de la selva y sus troncos,
de montañas y puñados de suelo,
del asombro y su paciencia sobrada.

Mejor confío
en el ritmo común de las hojas en movimiento
a la claridad de la luna,
en un río adornado de cielo en vista del ocaso,
en la pérdida absoluta.

Me fío
de ese único instante infalible.

(Poemas tomados de:Poemas Poetas)

Frak Torrez Verbel. Nació en Santa Marta en el año 1976. Es Licenciado en Lenguas Modernas de la Universidad del Magdalena y actualmente está cursando la Maestría en Literatura Hispanoamericana y del Caribe en la Universidad del Atlántico. Escribe poesía y prosa desde los once años. Entre los años 1989 y 1996, realizó estudios de piano clásico y teoría e historia de la música. En el año 2002 fue galardonado con el segundo puesto en la IV Convocatoria Distrital de Poesía organizada por la Fundación Poetas al Exilio. En el 2009 obtuvo el segundo puesto en el Premio de Literatura Ciudad de Santa Marta organizado por la Asociación de Escritores del Magdalena, en la modalidad de libro de cuentos con la obra “Armonías al borde del ocaso”. Ha publicado dos libros de poemas: El primero en el año 2008, llamado “Los Refugios de la Catarsis”; y el segundo en el 2010, intitulado “Farolas en Perspectiva”. Ha publicado también tres comentarios literarios: “Intimidades” de José Asunción Silva; Apología del amor sufrido y delirante; y La figura del miedo y la humillación en Macario.  Actualmente labora con la Universidad Sergio Arboleda de la ciudad de Santa Marta orientando las cátedras de literatura. También, trabaja en la Institución Educativa Departamental “Armando Estrada Flórez” de Riofrío (Zona Bananera) como maestro nombrado mediante concurso de méritos desde enero del año 2006.

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