Fernando Vargas Valencia
INVOCACIÓN A LOS RÍOS PARALELOS
Una suerte de injuria contra el río.
Dejamos de desangrar nuestras ropas en sus orillas.
De beber de sus aguas.
Situamos cruces imaginarias en la creciente,
para sospechar la dignidad de un camposanto.
Fulgor atravesado en la hechura
que sacrificó su cauce
para ser más que la sangre propagada.
Aún no sabemos qué rumor ha llegado al mar,
como si las almas atascadas a las vorágines
nos quisieran mostrar entre sombras
que la luz de este río ya no es la misma.
Para la ceremonia de los incendios,
sólo nos queda el espejo inmóvil
del río agujereado:
maraña de cuerpos
sin lecho.
PRISIONEROS
El prisionero
sólo tiene para protestar
su propio cuerpo.
Habrá de emanciparse
en la herida.
Habrá de cantar
con los miembros decantados.
Prisioneros somos
y nuestra única alternativa de luz
consiste en reunir
nuestras sombras
de tal forma que los fantasmas
que hemos inventado
en el encierro
mueran hastiados
de carcomer nuestras heridas.
EL SALADO I
ante tantas miradas.
La vergüenza de mi piel desnuda
cuarteada por las sombras
de las aves tuertas.
El miedo que eriza mis senos
y que me hace temblar.
No puedo bailar así,
no con este olor a pólvora
y a muerte pospuesta.
Sé que voy a morir
y no quiero hacerlo bailando.
Mi madre me enseñó la danza
como juego de cortejos.
Nunca me habló de esta preñez fúnebre,
de esta sensación de terrible soledad sin música.
Este ejército de hombres
va a arrojar la rabia en cualquier momento.
No puedo, no quiero bailar
si la música es un golpe de luz
en la oca abierta de la noche.
Las ráfagas prometen venir pronto
Y me parece demasiado impuro
Recibirlas danzando.
No, no quiero bailar desnuda
Si mi padre me observa.
ÉPICA DEL DESHEREDADO
sin los límites torpes de la permanencia.
Territorio abandonado a sí mismo,
se multiplica y contrae
como la épica de sus gentes.
He inventado un país de cuerpo derrochado,
de dinamita mojada por el tiempo,
por la lágrima mortal de los desheredados.
Un país que detenta sus misterios
con golpes de instante e imágenes de victoria,
un país que nace y respira
al compás de una brújula que no marca el Norte.
He inventado un país sitiado por la angustia
de ser isla en medio de fronteras yuxtapuestas,
una geometría torpe y mestiza
que sabe a mujer desnuda, entregada al sueño.
He soñado un territorio sin muertes recostadas en
sus esquinas.
Un círculo sin centros ni matices.
Un breve homenaje a mis muertos gárrulos
y a los ríos rojizos que les sirven de lecho.
Una geometría de niño que repuja el papel
sobre el que descansan animales y mendigos.
He inventado un país que no es tal
que es tu cuerpo ensombrecido por mis ejércitos
clandestinos.
He inventado el amor, cada vez que te toco.
POR-VENIR
América toda
se estremece
en los ritmos previos,
en el lenguaje tartamudo
de las absolutas liberaciones,
en los dioses
que hicieron del cuerpo
una metamorfosis circular,
un misticismo gárrulo.
América desea profanar la muerte,
volver la mirada
a lo anterior:
Al tiempo propicio
de los hombres
capaces de descifrar los signos
de su voluntad.
Poemas tomados del libro Tríptico de la indignación, Proyecto Editorial Isla Negra - Grupo Cultural Escafanra, 2009. Bogotá Colombia.
FERNANDO VARGAS VALENCIA. Poeta nacido en Bogotá, Colombia. Abogado especialista en Derechos Humanos y DIH. Investigador social. Invitado a varios encuentros literarios en Venezuela, Brasil, Cuba, México y Colombia. Ha publicado tres libros de poesía y dos libros de ensayo. Director de la Revista Internacional "Pasajeros del Bandido"
(A las víctimas del paramilitarismo,
Cuyos cuerpos mutilados fueron lanzados a los ríos)
Alguien trajo el rumor:Una suerte de injuria contra el río.
Dejamos de desangrar nuestras ropas en sus orillas.
De beber de sus aguas.
Situamos cruces imaginarias en la creciente,
para sospechar la dignidad de un camposanto.
Fulgor atravesado en la hechura
que sacrificó su cauce
para ser más que la sangre propagada.
Aún no sabemos qué rumor ha llegado al mar,
como si las almas atascadas a las vorágines
nos quisieran mostrar entre sombras
que la luz de este río ya no es la misma.
Para la ceremonia de los incendios,
sólo nos queda el espejo inmóvil
del río agujereado:
maraña de cuerpos
sin lecho.
PRISIONEROS
(A Javier Díaz y en él,
a los presos políticos)
El prisionero
sólo tiene para protestar
su propio cuerpo.
Habrá de emanciparse
en la herida.
Habrá de cantar
con los miembros decantados.
Prisioneros somos
y nuestra única alternativa de luz
consiste en reunir
nuestras sombras
de tal forma que los fantasmas
que hemos inventado
en el encierro
mueran hastiados
de carcomer nuestras heridas.
EL SALADO I
"Los paramilitares que hace nueve años participaron en la masacre
ocurrida en El Salado (Bolívar) obligaron a varias mujeres a
desnudarse bailar delante de sus esposos o padres,
que después fueron asesinados". (Periódico El Tiempo)
La vergüenza de bailarocurrida en El Salado (Bolívar) obligaron a varias mujeres a
desnudarse bailar delante de sus esposos o padres,
que después fueron asesinados". (Periódico El Tiempo)
ante tantas miradas.
La vergüenza de mi piel desnuda
cuarteada por las sombras
de las aves tuertas.
El miedo que eriza mis senos
y que me hace temblar.
No puedo bailar así,
no con este olor a pólvora
y a muerte pospuesta.
Sé que voy a morir
y no quiero hacerlo bailando.
Mi madre me enseñó la danza
como juego de cortejos.
Nunca me habló de esta preñez fúnebre,
de esta sensación de terrible soledad sin música.
Este ejército de hombres
va a arrojar la rabia en cualquier momento.
No puedo, no quiero bailar
si la música es un golpe de luz
en la oca abierta de la noche.
Las ráfagas prometen venir pronto
Y me parece demasiado impuro
Recibirlas danzando.
No, no quiero bailar desnuda
Si mi padre me observa.
ÉPICA DEL DESHEREDADO
(A la amistad de los que no son nacionales;
al cuerpo insular de mi amada)
He inventado un paíssin los límites torpes de la permanencia.
Territorio abandonado a sí mismo,
se multiplica y contrae
como la épica de sus gentes.
He inventado un país de cuerpo derrochado,
de dinamita mojada por el tiempo,
por la lágrima mortal de los desheredados.
Un país que detenta sus misterios
con golpes de instante e imágenes de victoria,
un país que nace y respira
al compás de una brújula que no marca el Norte.
He inventado un país sitiado por la angustia
de ser isla en medio de fronteras yuxtapuestas,
una geometría torpe y mestiza
que sabe a mujer desnuda, entregada al sueño.
He soñado un territorio sin muertes recostadas en
sus esquinas.
Un círculo sin centros ni matices.
Un breve homenaje a mis muertos gárrulos
y a los ríos rojizos que les sirven de lecho.
Una geometría de niño que repuja el papel
sobre el que descansan animales y mendigos.
He inventado un país que no es tal
que es tu cuerpo ensombrecido por mis ejércitos
clandestinos.
He inventado el amor, cada vez que te toco.
POR-VENIR
América toda
se estremece
en los ritmos previos,
en el lenguaje tartamudo
de las absolutas liberaciones,
en los dioses
que hicieron del cuerpo
una metamorfosis circular,
un misticismo gárrulo.
América desea profanar la muerte,
volver la mirada
a lo anterior:
Al tiempo propicio
de los hombres
capaces de descifrar los signos
de su voluntad.
Poemas tomados del libro Tríptico de la indignación, Proyecto Editorial Isla Negra - Grupo Cultural Escafanra, 2009. Bogotá Colombia.
FERNANDO VARGAS VALENCIA. Poeta nacido en Bogotá, Colombia. Abogado especialista en Derechos Humanos y DIH. Investigador social. Invitado a varios encuentros literarios en Venezuela, Brasil, Cuba, México y Colombia. Ha publicado tres libros de poesía y dos libros de ensayo. Director de la Revista Internacional "Pasajeros del Bandido"
Comentarios
El poeta es la conciencia de su época y quién más que él para dejar evidencias de los desafueros que el hombre comete en nombre de la libertad?
Amigo Anónimo le pregunto ¿Cuál es el tema válido? ¿el hambre? ¿El amor por una peladita? ¿Los amigos? ¿Hay un tema de mayor trascendencia que otro?
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Muy bien por Fernando, muy bien por Diógenes y sus posts regulares.
porque te dicen poeta,
y tienes un mundo aparte
más allá de las estrellas.
De tanto mirar la luna
ya nada sabes mirar.
Eres como un pobre ciego
que no sabe adónde va.
Vete a mirar los mineros,
los hombres en el trigal,
y cántales a los que luchan
por un pedazo de pan.
Poeta de tiernas rimas,
vete a vivir a la selva,
y aprenderás muchas cosas
del hachero y sus miserias.
Vive junto con el pueblo,
no lo mires desde afuera,
que lo primero es ser hombre
y lo segundo, poeta.
De tanto mirar la luna
ya nada sabes mirar.
Eres como un pobre ciego
que no sabe adónde va.
Atahualpa Yupanqui
(Argentina - 1908/1992)
¿Cómo negar su existencia y su uso indiscriminado?
Sería tanto como tratar de evitar el normal discurrir del tiempo...
Negar las manifestaciones de cada ser vivo...
Callar las erupciones de cada una de sus emociones.
Sería negar nuestra propia existencia, condenando al ostracismo, la expresión y los anhelos de los sin rostro y dejar sin redención posible a los de lengua cercenada.
De pronto nos duele que se devele nuestra miseria común y ocultamos nuestro nombre y rostro para apoyar tanta barbarie.
Los poetas continuaremos denunciando y trabajando por la paz, a sabiendas de lo que implica.
Pd: y no sé por qué sentí a Migue tan ofensivo con la pregunta de "nuestro amigo anónimo", pareciera como si se hubiera sentido aludido...
Atentamente,
Félix Molina