Ezra Pound
Francesca
Saliste
de la noche
y
había flores en tus manos,
ahora
saldrás de una muchedumbre,
de
un tumulto de dichos sobre vos.
Yo
que te ví entre las cosas primordiales
me
enojé cuando pronunciaron tu nombre
en
lugares comunes.
Yo
quisiera que las olas frías fluyeran en mi mente,
y
que el mundo se secara como una hoja muerta,
o
una semilla de diente de león y así fuese barrido,
para
volver a encontrarte,
a
solas.
El
árbol ha entrado por mis manos,
la
savia ha subido por mis brazos,
el
árbol ha crecido en mi pecho –
hacia
abajo,
las
ramas salen de mí, como brazos.
musgo
eres,
y
las violetas en el viento.
Un
niña – tan alta- eres,
Y
para el mundo todo esto es un delirio.
Δώρια
Sé
en mí como el ánimo eterno
del
viento frío, y no
como
las cosas efímeras—
regocijo
de flores.
Tenme
en la intensa soledad
de
los riscos sin sol
y
de las aguas grises.
Deja
que los dioses hablen de nosotros en voz baja
de
ahora en más,
y
que las flores sombrías de Orco
te
recuerden.
Y
los días no son tan plenos
Y
las noches no son tan plenas
Sin agitar la hierba.
Meditación
Cuando
considero detenidamente las costumbres curiosas de los perros
me
veo obligado a concluir
que
el hombre es el animal superior
Cuando
considero las costumbres curiosas de los hombres
te
confieso, amigo, que estoy desconcertado.
El
Encuentro
Mientras
estuvieron hablando de la nueva moral
Sus
ojos me exploraban.
Y
cuando me levanté para irme
de
una servilleta de papel japonés.
Erat
Hora
“Gracias,
que sea lo que sea.” Y se volvió
y,
como se desvanece un rayo de sol
sobre
las flores suspendidas cuando el viento las mueve,
rápido
se alejó de mí. No, sea lo que sea
una
hora fue soleada y los dioses más altos
no
pueden jactarse de mejor cosa
que
de haber visto esa hora mientras pasó.
Ezra Weston Loomis Pound (Hailey, Idaho, Estados Unidos, 30 de
octubre de 1885 – Venecia, Italia, 1 de noviembre de 1972), poeta, ensayista,
músico y crítico estadounidense perteneciente a la Lost Generation —«Generación
perdida»— que predicó fogosamente el rescate de la poesía antigua para ponerla
al servicio de una concepción moderna, conceptual y al mismo tiempo
fragmentaria.
Su obra monumental, los Cantos, o
Cantares, le llevó gran parte de su vida. El crítico Hugh Kenner dijo tras
encontrarse con Pound: «He tomado de repente conciencia de que estaba en el
centro del modernismo».
Pound fue un ferviente seguidor
de Benito Mussolini y fue criticado por su antisemitismo. Fue internado en un
psiquiátrico en 1945 tras haber sido condenado por traición al servir
propagandísticamente a la dictadura de Benito Mussolini.
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