Margarita Galindo
LA VIDA REFLEJADA Sobre el agua serena, alucinante, diluido espejo por donde pasea con las velas abiertas en el aire, mi barca de los sueños, va un instante de mástiles azules encantados. Ya la espuela de plata cantarina, hiriendo la madera, resuelve un acertijo de rendijas. Las palabras arrullan, la cantiga se deshace en quimeras. Es la hora del ocaso de las fieras y la vida, apretando los pasos, se mira en un reflejo convertida. A ORILLAS DE LA VOZ Esta es la voz. La misma que subió desde el fondo de la tierra a asomarse en mi piel. A preguntar por todos los caminos que recorren el mundo ya darme pretensiones de dios venido a menos. La que llega y desde muy adentro, me palpita en los oídos. La que grita en mi lengua y da a mis dedos la escueta palidez de los naufragios. Esta es la voz, la misma, la que no tiene labios. HABLÁNDOTE EN SUEÑOS Mis palabras te sueña...