Alexandra Addres Guzmán

Mi Testamento Te he nombrado mi único heredero a partir de hoy eres dueño absoluto de una boca golosa e insaciable de unas manos traviesas inquietas y curiosas de un cuerpo impaciente insatisfecho y exigente y de un cofre codiciado por piratas aunque enmohecido por el tiempo Cuando quieras puedes tomar posesión de todo. Advertencia Si te vas te juro que no habrá lágrimas ni lamentos en tu honor lo que sí te prometo es que a tu retorno ni mi cama ni mis manos estarán vacías. Otra versión del paraíso ¿Por qué abandonas el paraíso si aún no hemos pecado? ¿Acaso le temes a la serpiente o ya no te provoca la manzana? Recordando en soledad Cuando la soledad me desnuda balanceo apaciblemente la mecedora de los recuerdos. Entonces me adueño de tus manos tibias y las extravío por mis pasillos para que sacudan las telarañas que el último verano me colgó. Cuando la soledad me desnuda copulo ...